Para
el año de 1992, Beastie Boys ya
habían lanzado dos álbumes de estudio Licensed
To Ill (1986), con el cual, llegaron a la cima de la música, e invitaban a
la fiesta, al desenfrene, al ligue, tal cual, como adolescentes sin dirección y
ávidos de experiencias, bajo la conducción del productor Rick Rubin, combinaron el rap, hip hop con el rock, logrando una
fusión interesante.
En
1989 lanzaron al mercado Paul’s Boutique,
un álbum donde comenzaron a asentar las bases del después llamado Sampledelica
o sampledelia, pero que, en su momento, fue destrozado y no tuvieron el
recibimiento esperado, aunque posteriormente, fue revalorado.
Tomando
en cuenta, lo anteriormente señalado como antecedentes, se puede situar a la
banda, para aquellos en años, en un lugar poco favorable, donde los integrantes
no sabían que hacer o adonde dirigirse, o simplemente, no sabían de la
continuidad del proyecto, como se señala en Beastie Boys Story (2020)
dirigido por Spike Jonze, pero que
gracias a la audacia de Adam Yauch o
mejor conocido en el escenario como MCA,
retornó el trío también conformado por Mike
D y AD-Rock al estudio como una
banda de rock, para tocar sus propios instrumentos, continuar con sus rimas e
incluir elementos como percusiones, teclados o sintetizadores a cargo de Money Mark (quien a partir de este punto
y hasta el último álbum de la agrupación en 2011, se convirtió en colaborador
principal), que ampliaron sus horizontes musicales, y a destacar el trabajo
realizado en la producción de Mario
Caldato Jr., quien se encargó de darles frescura a su sonido y alejarlos
completamente de lo realizado en sus producciones anteriores.
Aquí
aplicaron y ejecutaron con maestría lo aprendido, continuaron con los sampleos
(Jimi Hendrix, The Turtles, Bob Dylan,
Kool & The Gang, por mencionar algunos), fusionan el funk, rock, hip
hop, jazz, groove, fuzz y lo amalgaman a la perfección, y hace que suenen y no
a Beastie Boys.
El
disco tiene 20 canciones, y se aproxima a la hora de duración, en los cuales,
se muestra la creatividad del grupo, contiene temas instrumentales como
“Lighten Up”, “Pow”, “In 3’s” y “Groove Holmes”, en esta última destaca el uso
de las percusiones, o que sirven como transitorios como “The Biz Vs. The Nuge”,
“The Blue Nun” y “Mark On The Bus”, temas con coros muy pegadizos como “Funky
Boss”, “Gratitude”, establece las bases y el origen de lo que a la postre sería
“Sabotage”, track desprendido de su disco Ill
Communication de 1994, con mención aparte el ritmo funk dominante y su bajo
impresionante.
La
técnica del scratcheo se hace presente en “Finger Lickin’ Good” y “The Maestro”,
el tema imponente, dominante y muy bien logrado de “So What’cha Want”, canción
infaltable en el repertorio de la agrupación, la frenética “Time For Livin’”,
dura y rockera en sus 1.49 de duración, cover de Sly & The Family Stone.
Hay
joyas escondidas como la alucinante “Something’s Got To Give”, “Stand
Together”, que recupera la esencia de la banda, o la magnífica “Namasté”,
increíble tema que cierra esta obra maestra.
El
álbum arrojó 6 sencillos, lo que se traduce en su popularidad y el gran
recibimiento obtenido, dichos temas fueron las mencionadas “So What’cha Want”,
“Gratitude”, “Time For Livin’”, además de “Pass The Mic”, “Jimmy James”, la
cual fue grabada en vivo antes del lanzamiento del álbum y “Professor Booty”.
Check Your Head, regresó a las grandes ligas a Beastie Boys, los consolidó como la gran
banda que era, entró con gran fuerza en ese mundo alternativo de los noventa, y
los dejó como uno de los consentidos del público.
Es un punto cumbre del grupo y uno de los mejores momentos discográficos de la década, un clásico y un infaltable en las colecciones musicales.