En
1996, Stereolab editó su disco más
emblemático y el de mayor influencia, Emperor
Tomato Ketchup, nombre basado en una película japonesa denominada Tomato Kecchappu Kôtei de 1971.
Esta
producción fue bien recibida tanto por la crítica especializada como por el
público, siendo nominada en diferentes listas, como uno de los mejores
materiales lanzados en ese año.
La
banda inglesa en esta producción dejó un poco el sonido guitarrero que los
había caracterizado en sus primeras publicaciones y abrazan, la electrónica,
ofreciendo ambientes espaciales protagonizados por los sintetizadores, aquí se
conjuga el pop, el jazz, hip hop de manera perfecta, también experimentan con
el rock y el alternativo, así como el minimalismo, llevando a la agrupación al
avant-garde, situación que a partir de este álbum se acentúa con mayor fuerza.
Uno
de los principales causantes de este sonido fue, John McEntire, miembro de Tortoise,
quien fungió como productor del disco, y tocando instrumentos como el
sintetizador análogo, guitarra, pandero, vibráfono y maracas en dicho material.
Los
arreglos musicales de
Emperor Tomato
Ketchup, son muy amplios, atraviesan el dance, el dub, y los instrumentales
son complejos, la experimentación sonora se hace presente en cada uno de los
temas, ofreciendo un sonido futurista pero al mismo tiempo retro, las
influencias de la banda son claras van desde The Velvet Underground, Burt Bucharach y Francoise Hardy, la voz de
la francesa Laetitia Sadier, es de lo
más agradable, le da ese toque pop, distinguible y único a la agrupación,
asimismo, son influencia para sus contemporáneos como Radiohead o Blur, con estos últimos Sadier colaboró en su disco Parklife (1994), en la canción “To The End”.
El
viaje espacial comienza con “Metronomic Underground”, con su base funky, un
poco de trip hop, y una línea de bajo hipnotizante, la canción va creciendo
hasta llegar a su emocionante final, con una duración que se aproxima a los
ocho minutos, este tema fue el segundo sencillo del material.
“Cybele’s
Revele”, fue el primer extracto del disco, una de sus canciones más conocidas,
cuyos arreglos orquestales, la hacen ensoñadora, nos hace seguir disfrutando de
este viaje, pero fuera de este mundo, evocando a paisajes placenteros.
La
experimentación sónica se hace presente en temas como “Percolator”, en donde,
los teclados crean paisajes cinematográficos, y los espacios instrumentales,
nos remiten a ambientes vintage.
Esta
obra, tiene grandes piezas como la rockera “The Noise Of Carpet”, donde las
guitarras y disonancia se hacen presentes, con un coro que nos vuelve a atrapar
y dejar hipnotizados, o la calma de “Tomorrow Is Already Here”, o la fantástica
“Slow Fast Hazel”, una de las mejores composiciones de la banda.
Emperor Tomato Ketchup, no generó las ventas para mandar a la banda
inglesa/francesa al mainstream, sino que los elevó al estatus de culto, lugar
donde nunca bajarían, esta es una obra, conformada por un puñado de canciones
plagadas de experimentaciones poco convencionales pero que, nos atrapa con su
sonido pop, y por lo arriesgado de su propuesta.
Es un álbum pilar de la década, un imperdible para cualquier melómano y un clásico de la música contemporánea.