A
inicios de la década de los noventa explotó un movimiento importante dentro de
la industria musical, el grunge, empujado
por el segundo álbum de Nirvana,
Nevermind (1991), revolucionó por completo, tanto en imagen como en música,
y muchas de las bandas consagradas en los años ochenta no pudieron sobrevivir a
ese cambio generacional, sin embargo, The
Cure, fue de las pocas que supieron aprovechar esos cambios y adaptaron
nuevos sonidos a su estilo, sabiendo captar nuevas audiencias y cobijando a sus
viejos fans.
En
aquella época, no solamente destacó el género grunge, sino que también daba sus
primeros esbozos el brit pop, otro género de suma importancia para la década,
sino que también, el álbum que vino a revolucionar y a mover todo lo conocido
fue Loveless (1991) de My Bloody
Valentine, con el ruido inmenso, los feedbacks, el uso de pedales y efectos
de guitarra, estableció otro género que ha generado miles de seguidores como es
el shoegaze.
Después
del impresionante éxito de su anterior disco Desintegration (1989), The Cure, se estableció en la cima del
mundo, para muchos es su obra maestra, sin embargo, la agrupación atravesaba
problemas legales, cambios de integrantes, y el hastío de la fama por parte de Robert Smith, pero el disco antes
mencionado, Loveless, que ha palabras
del británico lo pone entre sus 3 discos favoritos de la vida, le dio una
bocanada de frescura y quiso plasmar su gusto por el shoegaze en la nueva placa
de la banda.
Wish fue producido por su entonces recurrente
productor David M. Allen, siendo su
última colaboración con la banda y coproducido por Robert Smith, editado en 1992, del que se desprendieron sencillos
muy exitosos como “High”, “Friday I’m In Love” y “A Letter To Elise”, los dos
primeros tuvieron videos dirigidos por su eterno colaborador Tim Pope, siendo el segundo, uno de los
más emblemáticos tanto de la banda como de la década, haciendo un claro
homenaje al director de cine, Georges
Méliès.
Para
este material, se unió a las filas un tercer guitarrista Perry Bamonte, quien funge como tecladista en la banda desde ese álbum
y le dio a The Cure, el sonido que Smith buscaba, asimismo, fue el último
trabajo en estudio de los integrantes Boris
Williams (batería) y Porl Thompson (guitarra), este último, además, es
pintor y diseñó la portada del disco, incluso se atrevió a quitar el artículo
“The”, dejando solo la palabra “Cure”.
En
Wish, The Cure, se alejó del sonido
ochentero que lo encumbró, para este material, abundan los solos de guitarra,
el sonido está lleno de efectos de guitarra, pedales, wah-wah, capas de
guitarras distorsionadas, la batería juega un papel más relevante y el bajo es
un hilo conductor en las melodías, suenan más compactos y menos etéreos.
Las
líricas abordan los recurrentes temas de amor y desamor, sin dejar el lado
sombrío que tanto los ha caracterizado a lo largo de su carrera, pero ahora con
un dejo de, que después de la tormenta viene la calma y consigo una luz de
esperanza.
En
su momento, la placa recibió críticas mixtas, puesto que no ponían a Wish a la altura de Desintegration, señalando que, era muy pop y tenía demasiados
momentos brillosos, sin embargo, después de 30 años de su lanzamiento, se ha
ido revalorizando, ganando adeptos y considerando muchos temas incluidos dentro
de los mejores escritos por Robert Smith.
Hay
joyas ocultas en el material, que son de larga duración, pero sin desperdicio
alguno, entre ellas “Open”, canción perfecta para abrir el disco, “From The
Edge Of The Deep Sea Green”, una maravilla de composición, o “End”, con su
pasaje musical, es la canción idónea para el cierre del álbum, incluso se
cuenta que fue diseñada así para dar la conclusión a la carrera de The Cure, afortunadamente, no fue así,
se encuentran momentos sublimes y hermosos como “Trust” y “To Wish Impossible
Things”, llenos de melancolía resaltan la belleza y los altos y bajos de la
vida, y que para nada desentonan con el resto de las canciones.
Composiciones
como “Doing The Unstuck”, “High” y “Friday I’m In Love”, son los ejemplos
claros de las melodías pop, que podemos hallar en Wish, el último tema, es de los temas más reconocidos de la banda y
el que impulsó las ventas del disco en los dos lados del Atlántico, cuya
rotación fue y es enorme tanto en las estaciones de radio como en los canales
de video, y aunque a la banda no le agrede tanto, es uno de sus referentes y un
himno generacional.
Wish, es un material importante dentro de la trayectoria de The Cure, y un bálsamo dentro de tanto dolor y angustia que nos provocaba el grunge, un gran álbum.