Mucho
se puede decir de la obra maestra de Brian
Warner a.k.a. Marilyn Manson, Antichrist Superstar (1996), es un disco
conceptual, conciso, brutal, lleno de referencias, numerología, provocador, y
muchas otras definiciones se le pueden otorgar a un producto que no deja
indiferente a nadie.
Para
empezar, Marilyn Manson es una banda
formada en Estados Unidos, donde cada uno de los integrantes formaron sus
nombres artísticos mediante la unión de nombres de féminas famosas y de
asesinos seriales, Twiggy Ramirez, Daisy
Berkowitz, Madonna Wayne Gacy, Ginger Fish y el vocalista y líder Marilyn Manson, que, a partir de este
punto, dejó atrás su nombre real, fusionando a la persona con el artista, mediante
el cual es reconocido mundialmente.
Para
la grabación del material, los integrantes se sumieron en el consumo de drogas
y las leyendas urbanas cuentan que fueron muy difíciles dichas grabaciones, ya
que se incomodaban y daban malos tratos a los miembros, para que la música y la
letra reflejaran enojo, furia, es decir, la creación de un ambiente hostil.
Los
productores del disco fueron Dave Ogilvie,
miembro de la banda industrial canadiense Skinny
Puppie, Sean Beavan (Nine Inch Nails, Slayer) y Trent Reznor fundador de Nine
Inch Nails, quien es parte fundamental de la concepción musical, conceptual
e ideológica del Antichrist Superstar, además colaboró con el mellotrón, las
guitarras, piano y programación.
Para
1996, la banda traía a sus espaldas el éxito del cover a Eurythmics, “Sweet Dreams (Are Made Of This)” de su EP Smells Like Children (1995), donde
comenzaban a formar tanto la imagen tenebrosa como la música tétrica, y corrían
la suerte de quedarse como One Hit Wonder, sin embargo, Reznor tuvo un buen ojo clínico con la agrupación, ya que
finalizado su trabajo y gira de su disco The
Downward Spiral (1994), los contactó y se metió de lleno en el estudio para
producir su segundo álbum, cuya influencia es notoria como en “The Reflecting God”.
El
nombre del disco es una referencia clara a Jesus
Christ Superstar, ópera rock con música de Andrew Lloyd Webber, desde aquí se puede notar la provocación del
material discográfico.
La
evolución musical es notoria, la mezcla del rock industrial, con metal, gótico
y con una agresividad electrónica, aunado a los ruidos extraños provocados
intencionalmente durante las grabaciones, o con instrumentos rotos, así como
los gritos, las voces distorsionadas y la peculiar forma de canto y recitación
de Manson, conjuntado con las
deformaciones sónicas atormentadas, crean una atmósfera escalofriante, todo
esto definiría el estilo del grupo para el resto de su trayectoria.
La
estética fue algo muy bien calculado por el líder, un cantante flaco casi
anoréxico, en cuyo cuerpo se marcaban las costillas, ataviado en un corsé,
mostrando a un sujeto andrógino, sus ojos bicolor café y azul, inspirado en su
ídolo David Bowie, además de sus
videos realizados para los singles del disco como “The Beautiful People”, en el
cual luce como un dictador y la gente como zombies, dentro de lugares post
apocalípticos, dicho sencillo fue un rotundo éxito en MTV, donde su imagen, incomodaba a todo aquel que lo viera, cuestión
que ayudó a catapultar la venta de discos por todo el mundo, una canción
emblema de la década de los noventa, todo un clásico pop; “Tourniquet”, donde
el líder se revuelca mientras canta, mostrando el surgimiento de un personaje
antropomorfo, ambos videos impregnados de la visión y sacados de la mente
retorcida y artística de Floria
Sigismondi; “Cryptorchid”, un video experimental, raro, repulsivo, en el
que se incluyen imágenes de la extraña película de terror Begotten creada por E. Elias
Merhige, quien a su vez, fue director del promocional, tanto de esta
canción como del video del que da título al álbum “Antichrist Superstar”, cuya
realización se llevó a cabo durante la gira del disco, y fue prohibida en los
canales de video durante muchos años, debido al contenido donde Manson, rompía biblias y quemaba cruces
en las presentaciones de sus actos en vivo, y por último, “Man That You Fear”,
dirigido por WIZ, en el que, el
personaje representado por el cantante, es sacado de su casa, acompañado de su
hija y su esposa embarazada, caminan seguidos de un grupo de personas, en una
procesión, cuyo destino es su propia lapidación, el final se deja abierto, ya
que en el trayecto simula las caídas de Jesucristo. Todo lo anterior, ayudó a
alimentar esa imagen demoniaca, controversial, que en su momento sacó ámpula a
gran parte de la sociedad norteamericana, de las iglesias cristianas y
católicas, las cuales se sentían ofendidas por el mensaje presentado por la
banda, y que, para ellos, empujaba a los adolescentes a comportamientos
indebidos y a alejarse de las buenas costumbres.
El
álbum es parte de una trilogía que termina aquí, de acuerdo a palabras del propio
Warner, y que tuvo su continuación
con Mechanical Animals (1998) y Holy Wood (In The Shadow Of The Valley Of
Death) (2000), y a su vez, se encuentra dividido en tres partes: Cycle I:
The Heirophant, que va de la canción 1., “Irresponsible Hate Anthem” a la 4.,
“Tourniquet”, Cycle II: Inauguration Of The Worm, de la 5., “Little Horn” a la
11., “Kinderfeld” y, Cycle III: Desintegration Rising de la 12., la mencionada
“Antichrist Superstar” a la 16., “Man That You Fear”, todo esto narra el
surgimiento de una estrella de rock demagoga que toma el poder político del
mundo para eventualmente exterminar a la raza humana y posteriormente a la
destrucción del mismo, sus letras se encuentran basadas e inspiradas en textos
de Nietzsche.
Hay
grandes canciones, como la furiosa “Angel With The Scabbed Wings”, la
trepidante “Little Horn”, la inquietante “Dried Up, Tied And Dead To The
World”, la lenta y perturbadora “Kinderfeld”, lírica inspirada por el momento, cuando
un infante Brian Warner descubrió a
su abuelo masturbándose en el sótano de su casa, además, contiene la dolorosa
“Minute Of Decay” o “1996”, ejemplos del más puro rock industrial.
En
diferentes tracks se escuchan voces distorsionadas o femeninas que recitan o
dicen la misma letra, lo que ayudaron a crear la leyenda que, la banda incluía mensajes
subliminales en sus temas, además que al final de la última canción se incluyen
81 pistas denominadas “Untitled” de 0.04 minutos de duración cada una, excepto
la 98 que dura 0.05 y todas se encuentran en silencio, en referencia al EP Broken de Nine Inch Nails, desembocando en una pista oculta el track 99
denominada “Empty Sound Of Hate (Track 99)”, o también, “Better Mesiah”, “Dying
Years, “Minister” y “Untitled”, que es una recitación distorsionada y si se pone
en bucle coincide con el inicio del disco.
Este
juego con los números también se ve reflejado en el booklet del disco, que,
combinado con las imágenes de seres bizarros y la oscuridad en la fotografía de
los integrantes, así como la simbología que carga todo el concepto del arte, lo
hace un material intrigante.
El
disco cuenta con dos portadas principales, ambas lucen la mitad de la cara de Manson con diferentes personajes, e
incluye una extra, que es el interior del libro, y que, en ediciones posteriores,
se excluyeron las dos primeras y solo se manufactura la tapa de dicho booklet,
donde se muestra un ser mitad humano con alas y malformaciones en su miembro
reproductivo.
Este
es el punto creativo más alto de la agrupación, que les brindó un impacto mediático
grandioso a mitad de la década, es un ejemplo claro de la contracultura, la
creación de un personaje terrorífico que tenía mucho que decir y que dio mucho
que hablar durante por lo menos un lustro, y que fue desplazado de a poco por
las nuevas generaciones, es cierto, que hoy en día ya no tiene un empuje como
hace 26 años, pero su obra aún sigue creando incomodidad, el cual, es criticado
por la dualidad, por la doble moral, y ese es el cometido que quería el
artista, su legado, el material por el cual será recordado.
Antichrist Superstar, es un álbum redondo, completo, no hay falla en su concepción, bien pensado y ejecutado, tal vez, con el tiempo ha sido un poco olvidado, relegado a un segundo plano, debido a la cantidad de creaciones y grandes clásicos que hubo en esa década, pero es sin duda, un álbum esencial para la música, imagen e inspiración para las nuevas generaciones.