Sixteen Stone, surgió en el comienzo del declive de la
época grunge, en el mismo año en que Kurt
Cobain, líder de Nirvana, se suicidó (1994), y donde aquel movimiento,
arrojaba sus últimas glorias, como el Superunknown
de Soundgarden, además que, sus
grandes exponentes comenzaban a desprenderse de ese encasillamiento y a buscar
nuevos horizontes, ejemplos, como Jar Of
Flies (EP) de Alice In Chains y Vitalogy de Pearl Jam y Purple de Stone Temple Pilots. Debido a lo
anterior, se formaba, lo que los críticos musicales denominaron como post
grunge, donde se hacían presentes muchas de las características de la escena de
Seattle, pero, sin tanta tristeza y siendo más melódicos, bandas populares o
destacadas en esos días como Candlebox,
Silverchair, Collective Soul y de la que hablaremos, Bush.
Bush, es una banda londinense, cuyos miembros
tienen influencias directas de Pixies y
del grunge, algo completamente distinto a sus contemporáneos de la isla europea
y del movimiento brit pop, como Oasis, Blur,
Suede y Pulp.
El
álbum es una descarga de adrenalina, testosterona, guitarras pesadas, al mismo
tiempo, es melódico, con subidas y cambios de ritmos, letra melancólica, riffs
pegadizos, una batería incansable y poderosa y un bajo impresionante, apoyados
de una voz masculina, potente y grave proporcionada por su siempre carismático
líder y guitarrista Gavin Rossdale.
Es
el material más exitoso comercialmente hablando de la banda, se lanzaron 5
sencillos, que llevaron al disco a las ventas de platino, dichas canciones se
mencionan en orden de aparición, “Everything Zen”, “Little Things”, “Comedown”,
“Glycerine” y “Machinehead”, asimismo, es el más aclamado por la crítica y el
que contiene las canciones más conocidas del grupo.
“Everything
Zen”, es la carta de presentación del álbum y de la agrupación, con ella se
muestra, todo lo que es Bush, toda su fórmula está presente, es una canción
contundente, hay grandes canciones como “Swim”, la explosiva “Bomb”, “Body” o
“Alien”, todas son unas maravillas, digamos que, si las otras canciones no
hubieran sido elegidas como sencillos, cualquiera de las incluidas, hubiera
funcionado a la perfección.
“Machinehead”,
es la canción más conocida de la banda, ha aparecido desde su lanzamiento en
series de televisión, juegos, películas, es el tema que dio paso a su segunda
entrega Razorblade Suitcase de 1996.
“Glycerine”,
otra favorita de los fans, una de las baladas emblemáticas de la generación X,
debido a que, está compuesta solamente de la guitarra y voz de Gavin, sumamente melancólica basada en
la relación basada del frontman con una exnovia, se hace acompañar de
instrumentos de cuerda como el violín y el cello, para brindar ese ambiente
triste y solitario, este track es sumamente popular en los Estados Unidos, la
prueba es que, fue parodiada en el capítulo de The Simpsons, titulado “That 90’s Show”, en el cual, Homero Simpson, hace alusión a una
vestimenta de Cobain, y se le ve en
un videoclip, tocando “Margerine”, en obvia referencia al tema de Bush.
El
disco cierra de manera rara, de acuerdo a lo entregado a lo largo de la
producción con una canción más rápida que las anteriores tanto en velocidad
como en duración de apenas 45 segundos, “X-Girlfriend”, evocando a The Ramones.
La
producción estuvo a cargo de la banda y del dúo Clive Langer y Alan
Winstanley, conocidos por sus trabajos con Madness, Elvis Costello y en Bona
Drag de Morrissey (1990).
Después
de este material, Bush, no tuvo otro éxito igual, se mantuvieron durante muchos
años en la escena sin nada destacable, por ahí uno que otro sencillo
relativamente exitoso, y se disolvieron, posteriormente, se reunieron con solo
dos miembros originales, Robin Goodridge
(baterista) y Rossdale.
Sixteen Stone, es una maravilla por donde se le quiera ver, una joya escondida en la década de los noventa, hoy en día suena genial, fuerte, conciso, un disco a repasar de inicio a fin.