Danny Boyle tuvo la visión de llevar el libro de Irvine Welsch,(quien aparece brevemente interpretando
a Mikey Forrester, un punk traficante de heroína), Trainspotting a la pantalla grande, dicha obra era algo muy difícil
de trasladar a imágenes y el británico no solamente lo hizo, sino que lo
realizó de forma magistral, convirtiendo a la película, en un material de
culto, para esto recurrió a su entonces actor de cabecera Ewan McGregor y al productor Andrew
McDonald, con quien había trabajo en su anterior filme Shallow Grave (1994).
Trainspotting,
narra la historia de un grupo de jóvenes adictos pertenecientes a la clase baja
de Edimburgo, Escocia, cuya única aspiración es conseguir u obtener dinero para
solventar su vicio, y el único que aparenta poder escapar de esta vida
autodestructiva, es el protagonista y nuestro antihéroe por excelencia, Mark Renton.
Dicha
película tiene una excelente banda sonora, debido a que, gran parte del
presupuesto disponible, se gastó para adquirir los derechos de las canciones
que el director quería que aparecieran en el filme, teniendo un gusto y oído
excelso para escoger cada uno de los temas que conformarían el soundtrack.
Algunas
canciones fueron compuestas ex profeso como “Trainspotting” de Primal Scream, la cual, es un viaje
psicodélico que nada entre el house, rock, ambient como solo los escoceses
podían lograrlo, dicho tema y con duración reducida, se incluyó posteriormente
en su álbum Vanishing Point (1997),
“Born Slippy Nuxx” de Underworld, que
también, a la postre se agregaría como bonus track en una reedición de su álbum
Second Toughest In The Infants
(1996), o “Closet Romantic” de Damon
Albarn, asimismo, la selección musical fue atinada por la inclusión de
nombres como Pulp o Blur, quienes fueron grandes
representantes del Britpop, es importante mencionar, que dicho género vivía sus
mejores momentos, bandas como Sleeper
y Elastica, en aquellos días gozaban
de mucha popularidad en el Reino Unido, también, se apoyó de grandes nombres de
la industria musical como Iggy Pop, New
Order, Lou Reed, Brian Eno, o artistas que empezaban a ser reconocidos en la
escena electrónica como Leftfield,
quienes había colaborado con música en la citada Shallow Grave.
Gracias
al magnífico trabajo que realizó Danny
Boyle en la combinación de las imágenes y la música, se quedaron grabadas escenas
icónicas de la película en la memoria colectiva, por ejemplo:
-El
intro frenético, mientras vemos a Mark
Renton y Spud siendo perseguidos
por las calles, al ritmo de “Lust For Life” de Iggy Pop, y al mismo tiempo, escuchamos en voz off el soliloquio de
nuestro antihéroe;
-El
nado en aguas profundas de Renton con
“Deep Blue Day” de Brian Eno;
-El
ambient techno psicodélico en alguna escena con “Trainspotting” de Primal Scream;
-La
aparición angelical de Diane frente a los ojos atónitos de Renton y los encuentros casuales y algunos, nada fortuitos de los compañeros
de nuestro antihéroe, mientras suena de fondo “Atomic” de Sleeper, gran cover de Blondie,
que le dio nueva vida a ese clásico de las pistas de baile;
-Escuchar
los versos cantados de “Temptation” de New Order por Diane, cuando está fuera
de escena, mientras toma una ducha;
-Observar
la triste rutina de un adicto forzado a ser delincuente para mantener su hábito
con “Nightclubbing” de Iggy Pop;
-La
derrota de nuestro personaje principal con la melodía melancólica de “Sing” de Blur;
-El
pasaje de la recaída y sobredosis de Mark
con “Perfect Day” de Lou Reed;
-La
complicada vida en Londres con un roomie como Begbie con “Mile End” de Pulp,
que, dicho sea de paso, es el ejemplo perfecto del match de las imágenes con la
música, dicha canción fue lado B del sencillo “Something Changed” del disco Different Class (1995);
-La
noche de club en Londres de nuestros personajes con “For What You Dream Of” de Bedrock feat. KYO;
-La
situación difícil que vive Renton cuando
tiene de huéspedes a Begbie y Sick Boy y para librarse de ellos, los
manda a un departamento de los que el rentaba/vendía con “2:1” de Elastica;
-Mark Renton y su prueba de la “mercancía”
a vender con la potencialidad y tal vez, su única oportunidad para hacerse
ricos con “A Final Hit” de Leftfield;
-El
punto culminante de la obra y con la cual aún nos toca fibras sensibles “Born
Slippy (Nuxx)” de Underworld, quienes
durante un tiempo fueron colaboradores de cabecera del director, y plasman con
gran audacia su música en una de las escenas más importantes del filme;
-Y
finalmente, para la cortina de créditos finales “Closet Romantic” de Damon Albarn.
El
éxito que tuvo entre el público y la crítica, se reflejó en los millones de
discos vendidos por el mundo, fue todo un fenómeno tanto la película como el soundtrack,
tal fue así, que, al año siguiente el soundtrack tuvo un Vol. 2, el cual fue un
compilado de canciones que no se incluyeron en el primer volumen y de otras que
son remixes de las que sí aparecieron, o que, de acuerdo a los creadores, debieron
presentarse en el filme, para esto, es importante señalar que, esa segunda
parte no tuvo ni la relevancia ni el éxito como el primero.
Asimismo,
la película tuvo su secuela en el año de 2017, llamada T2: Trainspotting, 21
años después del lanzamiento de la original, siendo una continuación directa de
la primera película y no así, del libro Porno,
también de Irvine Welsch, que es la
segunda parte directa de la novela.
Este disco es una excelente colección de canciones, siendo un testimonio de la época y es uno de los mejores soundtracks de todos los tiempos, que se creó para acompañar a una película esencial y pilar de los noventa.