El
nombre de la banda fue tomado de un poblado cercano de Bristol, Inglaterra, de
donde es originario Geoff Barrow, músico, arreglista y cerebro de la banda,
Barrow en sus primeros acercamientos profesionales con la industria musical fue
en el Coach House Studios, incluso asistió en el debut de Massive Attack, Blue Lines (1991).
En
el año de la publicación de Dummy, en Inglaterra, se encontraba en un gran
auge, el sonido trip-hop, nombre que críticos especializados le pusieron a ese
movimiento, representados por Massive Attack, Tricky o Roni Size, y por
supuesto Portishead, en el cual los sonidos oscuros, los ambientes densos, le deben mucho de su estilo al hip hop, con destellos de soul, blues, pop y
técnicas de turntablism, sampleos y scratcheos.
Sin
embargo, Portishead, definió su estilo, ellos abrazaron todos esos géneros y le
agregaron, elementos de electrónica, jazz, bandas sonoras de filmes noir,
aunados de ambientes opresivos, tristeza, melancolía, elegancia, y la voz de
Beth Gibbons, que por momentos suena tétrica, vulnerable, triste, en conjunto
con los rasguidos precisos y los arreglos orgánicos de Adrian Utley, así como
la utilización del theremin, trompetas y orquestaciones, sin olvidar el
elemento del efecto Scratchy LP, impregnado en todo el álbum, terminaron por
definir el sonido Portishead.
El
álbum contiene samples de Johnny Ray de “I’ll Never Fall In Love Again” en
“Biscuit”, “Magic Mountain” de War en “Wandering Star”, y las muy reconocidas,
“The Danube Incident” de Lalo Schifrin en “Sour Times”, así como, "Ike's
Rap II" de Isaac Hayes en "Glory Box", éste último sample también
fue utilizado por Tricky en “Hell Is Around The Corner” en su álbum debut,
Maxinquaye de 1995.
La
portada del álbum, así como los interiores del disco, fueron tomados del
cortometraje creado por la banda, llamado “To Kill A Dead Man”, totalmente
influenciados en su creación por filmes de espionaje y noir, fragmentos de este
trabajo, fueron utilizados para realizar el video promocional de “Sour Times”,
segundo single del material discográfico.
Los
otros dos sencillos del álbum, fueron “Numb” y “Glory Box”, que tal vez sea la
canción más famosa de la banda, este su video fue dirigido por Alexander
Hemming, clásico instantáneo de la banda.
El
disco contiene magníficas canciones como “Mysterons”, la cual, puede ser el
mejor ejemplo de lo que nos espera a lo largo del álbum, y que muestra las
características de la banda, “Strangers”, que se inclina más hacia el lado
electrónico, contiene giros vocales interesantes, es una de las composiciones
más sofisticadas del material, “It Could Be Sweet”, es de los temas más
accesibles del álbum, juega con el trip hop, pop, soul y minimalismo,
“Wandering Star”, es oscura, la voz con pesadumbre de Gibbons, y los scratcheos,
la convierten en una favorita de la placa, “It’s A Fire”, en la cual, la
presencia del órgano Rhodes es inigualable y la combinación de la voz frágil de
Beth, nos llena de emotividad y oscuridad, por cierto, este track no se incluye
en la versión del LP, no así en CD, llegamos al track número 8, “Roads”, es
una de las favoritas de los fans de la banda, hay que mencionar que nunca fue
sencillo, pero es de las más queridas, y esto se debe a la letra, un tanto
triste pero hermosa, los arreglos en los sintetizadores, la guitarra puntual,
los arreglos orquestales que van subiendo de intensidad, es la canción más
emocional y devastadora, “Pedestal”, coquetea con el jazz y esos arreglos de
ecos y arreglos de trompeta, comienzan a mostrar el final de la obra, “Biscuit”,
con el sample de Johnny Ray con la voz deformada a lo largo de la canción, es un
tema seco, la voz desesperanzada, genera un ambiente oscuro pero hipnótico, con
esa base rítmica y los arreglos de guitarra.
El
disco fue nominado al Mercury Prize de 1995, junto a álbumes tan importantes
como Elastica y su álbum homónimo, Lefttism de Leftfield, Definitely Maybe de
Oasis, To Bring You My Love de PJ Harvey, I Should Coco de Supergrass, y
Maxinquaye de Tricky, entre otros, resultando el indiscutible ganador.
Dummy
es un puñado de once canciones perfectas, todas tienen cierto encanto que nos
hipnotiza y ralentiza poco a poco, nos sumerge en un estado de profunda
belleza, es cierto, que la lectura y comprensión del disco, tarda en llegar, se
necesitan varias escuchas para lograrlo, pero una vez, que se obtiene no se
puede evitar que sea un favorito de la vida.
El álbum debut de Portishead, Dummy (1994), es una obra maestra, no solo del género ni de la década de los noventa, sino de la música moderna.