A
finales de los ochenta se comenzó a gestar un movimiento interesante, una
mezcla de géneros hasta ese momento desconocida pero que a la postre sería
conocida como rap metal y sería una gran fuente de inspiración para la
siguiente generación de la que nacieron bandas y el sonido que predominaría a
finales de la década de los noventa denominado como nu metal, encabezado por
grupos como Limp Bizkit, Korn, Deftones,
etc, solo que ésta camada no llevaría consigo la consigna política.
Bandas
como Red Hot Chili Peppers y Faith No More, hicieron fusiones de rap,
rock, metal, funky, en discos emblemáticos como Mother’s Milk (1989) y The
Real Thing (1989), respectivamente, así como Public Enemy jugaba en sus mezclas y sampleos con dichos en géneros
en álbumes como It Takes A Nation Of Millions
To Hold Us Back (1988) y Fear Of A Black Planet (1990), pero agregando letras cargadas de fuerza política y social,
esto es el antecedente directo, al grandioso primer álbum homónimo de Rage Against The Machine, cuyo nombre
fue tomado de una canción de la anterior banda Inside Out, del vocalista Zack
de la Rocha.
Rage Against The Machine está conformado por el mencionado Zack como vocales y letrista, Tom Morello (guitarra), Tim Commerford (bajista) y Brad Wilk (baterista), ellos terminaron
por crear el rap metal, el estilo de la banda destaca por el contenido de
letras sumamente contestatarias, incendiarias, con carga política y social, una
batería contundente, líneas de bajo fuertes con dejos funky, así como una guitarra
chillante, que a veces funciona como scratcheos, con utilización de efectos de
pedal y wah wah innovadores para la época, sin perder la furia y rapidez
necesaria para su discurso, y una voz que grita con desesperación, enojo,
rabia, furia contenida, pero que explota en sus momentos cumbres, escupiendo
cada una sus palabras en la cara de uno, como si tratara de despertar al
escucha de su letargo, todo esto en conjunto, forma un sonido único, duro,
directo, canciones que no bajan de los 4 minutos de duración pero que nos
mantienen atentos, recibiendo patadas en el cerebelo tratando de formar una
conciencia de lo que sucede a nuestro alrededor y ser parte activa de la
sociedad. Todo esto es Rage Against The
Machine.
La
portada del álbum es una fotografía capturada por Malcolm Browne de la inmolación de Thích Quảng Đức, monje vietnamita budista, tomada en 1963. El
monje protestó contra su gobierno por la opresión de la religión budista, esta
imagen es la perfecta introducción hacia el sonido del disco y de la banda.
El
álbum empieza de manera calmada con el track introductorio “Bombtrack”, hasta
que explota con un sonido gutural de De
La Rocha, y a partir de ahí comienza la batalla, fue seleccionado como el
tercer single, la siguiente canción es “Killing In The Name”, primer sencillo
del disco y posiblemente la canción más reconocida de la agrupación, es la que
les abrió el mercado tanto nacional como internacional, es un tema brutal,
agresivo, intenso, que con poca lírica y a ritmo de punk, harcore, rock y hip
hop, protesta contra la brutalidad policiaca.
“Take
The Power Back”, es una genialidad, los riffs de Morello, son magníficos, es una canción directa y precisa, a
continuación, “Settle For Nothing”, es la más tranquila del material, pero eso
no quiere decir, que la agrupación se calma, es oscura, potente, tal vez sea la
canción más introspectiva, la letra habla sobre la niñez del cantante, la
familia disfuncional, la subcultura y la identidad en las pandillas callejeras.
La
quinta pista es “Bullet In The Head”, canción emblemática de la banda, segundo
single, habla sobre el control del gobierno estadounidense mediante los medios
de comunicación y la manipulación que realizan sobre la población, en pocas
palabras el lavado de cerebro, es uno de los tracks más fuertes, contiene un
coro aplastante y gritos rabiosos, de las mejores composiciones de RATM, “Know Your Enemy”, aquí colaboran Maynard James Keenan (Tool, A Perfect Circle) en los voces y Stephen
Perkins (Jane’s Addiction y Porno For Pyros) en las percusiones, con la temática de la creencia del falso sueño
americano que al vocalista le enseñaron desde niño, cantada con desesperación y
señalando al final del track todo aquello que él considera que fue un engaño,
una declaración antisistema.
Para
comenzar a cerrar esta joya, viene “Wake Up”, el riff principal está basado en
“Kashmir” de Led Zeppelin, y conforme
avanza la canción adquiere identidad propia, es un llamado al levantamiento,
para observar las cosas que están sucediendo a nuestro alrededor y no nos damos
cuenta, como el racismo, es furiosa, es uno de los temas más reconocidos de la
banda, es importante señalar que nunca fue sencillo, pero tuvo un gran impulso
cuando fue seleccionada para aparecer en el soundtrack de la película The Matrix (1999) de las hermanas Wachowski.
“Fistful
Of Steel”, nuevamente Tom Morello
muestra sus habilidades en la guitarra produciendo efectos y sonidos únicos,
produciendo tonos como si fuera una sirena de policía o una mujer gritando, la
batería a veces suena tribal, y el bajo de Commerford
es grave y pesado, “Township Rebellion”, crítica feroz a la religión, hacia la
ignorancia de la gente a ritmo de funk, aquí cada uno de los miembros luce en
el manejo de sus instrumentos.
Y
por si todo lo anterior no fuera suficiente nos encontramos como último track
con “Freedom”, el broche de oro, cuenta la historia de Leonard Peltier, el indio que fue condenado a cadena perpetua solo
por el hecho de defender a su pueblo y a su gente, es una crítica mordaz al
sistema judicial norteamericano, simple y sencillo activismo político y social,
es un tema enérgico y rabioso, con un final desgarrador gritado por Zack De La Rocha, y a su alrededor,
riffs, feedbacks, ruidos, como si una bomba se estuviera consumiendo, el final
perfecto para un disco épico.
Rage Against The Machine se convirtió inmediatamente en una banda
insignia de los noventa, se escuchó por todos lados, a pesar de que en aquellos
días fue prohibida su reproducción en varios medios debido a la violencia de la
temática de sus composiciones.
Rage… y su álbum debut, es uno de los mejores discos de la historia, no solo por su legado, o por perfeccionar y prácticamente crear un género sino por ser inspiración para muchas personas, aunque es una lástima que después de más de treinta años de su lanzamiento las letras siguen estando tan frescas y sonantes como en aquel lejano 1992.