PJ HARVEY - TO BRING YOU MY LOVE

 



PJ Harvey en 1995, lanzó al mercado su disco hasta esa fecha, el más comercial, y uno de los más queridos por el público y de los más elogiados por la prensa mundial.

To Bring You My Love, muestra a una artista completa, con una madurez musical, en plena forma y crecimiento artístico, en el que sus letras, reflejan su personalidad, creando personajes en cada una de ellas, y tal vez, refugiándose en esas letras duras, crudas, enigmáticas, llenas de sensualidad, sin dejar de lado, la rabia, la furia con la que la conocimos en los días de Dry (1992) y Rid Of Me (1993), pero en ese momento, convertida en una femme fatale.

El tercer disco de la artista inglesa, está sumamente influenciado por el blues, con sonidos oscuros, cautivadores, en donde el rango vocal de Harvey se hace presente a veces es seductora, en otras grita con desesperación, en otras es penetrante y oscura, es dura y directa, no abandona el sonido rockero de su guitarra, pero abre su abanico musical con la inclusión de teclados con gestos de teatralidad y con metáforas e imágenes percibidas en sus letras, exponiéndose en cada momento, mostrando su fragilidad y a la vez, se fortalece como mujer.

La evolución entre cada trabajo de Polly Jean Harvey, es notable, en sus dos primeros intentos, tenían esa carga punk, rockera, lo-fi, con guitarras sucias, lastimosas y rasposas, pero ahora, en este punto, suena refinada sus pasos son más calculados y su sonido es más pulido.

Su imagen cambió, dejó de lado su sencillez en el maquillaje, prácticamente nulo en sus primeros años y asumió una actitud de por sí desafiante, pero ahora remarcada por el exceso de maquillaje en los ojos y los labios rojos, incluso, este es, oficialmente el primer disco lanzado como solista, anteriormente, lo hacía con otros músicos, pero eran presentados como trío.

Es la primera colaboración de John Parish, amigo suyo, desde sus primeros intentos en la escena, y que, a partir de aquí, sería su colaborador inseparable, también en la producción, contó con Flood, quien había trabajado en álbumes tan importantes como The Joshua Tree (1987) y Achtung Baby! (1991) de U2, Pretty Hate Machine (1989) y The Downward Spiral (1994) de Nine Inch Nails, Violator (1990) y Songs Of Faith And Devotion (1993) de Depeche Mode.

Con solo 10 canciones y 43 minutos de duración, PJ Harvey, nos mostró la mutación que ella solo podía realizar de un disco a otro, canción tras canción, se escucha fuerte, oscura, intensa, experimental, para muestra, la encargada de abrir el material, la que da título al disco “To Bring You My Love”, una canción oscura, cuyo riff nos hipnotiza, nos cautiva, es un track minimalista, la línea inicial de la letra hace referencia a “Sure’nuff ‘n’ Yes I Do” de Captain Beefheart.

“Meet Ze Monsta”, es un tema teatral, lleno de guitarras, el cual tiene reminiscencias industriales, la cantante asume otro rol, no parece la PJ Harvey, que habíamos conocido, es diferente cambia con cada tema.

“Working For The Man”, tiene una batería seductora, teclados oscuros que logran un ambiente misterioso y un bajo profundo, mientras las letras metafóricas, nos llevan a una mujer buscando un amante, buscando lo que ella desea, destaca la voz por su sonido fúnebre oscuro, deseoso.

“C’Mon Billy”, es uno de los sencillos del álbum, casi acústica, una letra desesperada en el que una mujer rompe con su pareja, y con el deseo que el hombre, conozca a su hijo, pero sabemos que ese solo es el pretexto para que el regrese, el canto es intenso, lastimoso, con una tristeza absoluta, representa la ausencia e imposibilidad del regreso del ser amado. Uno de los temas mejor logrados en la carrera de la cantante.

“Teclo”, una canción minimalista, desborda pasión, emociones, muy blusera, donde la guitarra domina, los solos son profundos, con un paisaje oscuro, aquí el protagonista pide que le manden de nuevo a su amor, inspirada por Teclo, personaje interpretado por Charles Bronson en la película The Guns From Saint Sebastian, destaca la utilización del cencerro por parte de la cantante.

“Long Snake Moan”, es la canción más rockera del álbum, después del bajón que nos da con el track anterior, aquí explota, las guitarras saturadas se hacen presentes, es un éxtasis emocional, una voz potente, rabiosa; el título de la canción hace referencia a “Black Snake Moan” de Blind Lemon Jefferson, cantante y guitarrista de blues de los años 20’s.

“Down By The Water”, el sencillo que encabezó el lanzamiento del material, tal vez, el más exitoso en la carrera de la inglesa, con este track, ganó reconocimiento y exposición debido a la alta rotación que recibió en MTV, incluso el video dirigido por su siempre colaboradora Maria Mochnacz, apareció en un capítulo del show Beavis & Butthead, la letra es oscura, cuyo tema es centrado en el ahogamiento que realiza una mujer a su hija y aún más si le sumamos ese murmullo tenebroso al final de la canción, que hace referencia a la canción folk “Salty Dog Blue” de Lead Belly.

“I Think I’m A Mother”, nuevamente toma influencia de Captain Beefheart, y a su tema “Dropout Boogie”, es una canción minimalista, en la que, casi se percibe la voz de PJ Harvey, es un lo-fi hipnótico, oscuro, Harvey, asume otro rol y sus vocales se agravan y profundizan, mientras el sonido de la batería se mantiene a lo largo del track.

En “Send His Love To Me”, PJ Harvey, pide desesperadamente el amor de su pareja, con tintes religiosos, aunque es gracioso, porque ella nunca ha estado apegada a lo divino, canción folk con gran manejo de voces, acompañamiento de cuerdas y una guitarra acústica le dan forma al penúltimo track del álbum. Tercer y último sencillo del material.

“The Dancer”, es un maravilloso cierre, con una estructura folk, una batería downtempo, mientras la melodía crece conforme al órgano, aquí la teatralidad de la voz se hace más presente que en los tracks anteriores, el dramatismo que le imprime es impresionante, y el solo de guitarra en modo fuzz es increíble.

To Bring You My Love, tercer material de la artista inglesa, fue reconocido y nominado al Mercury Prize de 1995, compitiendo con grandes clásicos como el debut de Elastica, Leftism de Leftfield, Definitely Maybe de Oasis, I Should Coco de Supergrass, Maxinquaye de Tricky y por el ganador de ese año, Dummy de Portishead.

Este material es una piedra angular para PJ Harvey, es el más exitoso comercialmente hablando y sin duda alguna, un clásico de la década, fuente de inspiración para muchos artistas y bandas, un álbum redondo, completo y arriesgado.

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