RED HOT CHILI PEPPERS - BLOOD SUGAR SEX MAGIK

 



Blood Sugar Sex Magik, es la obra cumbre de Red Hot Chili Peppers, producida por Rick Rubin, gran productor reconocido hasta esos días por su trabajo en Licensed To Ill (1986) de Beastie Boys o Reign In Blood (1986) de Slayer.

El álbum fue lanzado al mercado en 1991, el año más importante para la música alternativa, ya que surgieron discos tan trascendentes para las generaciones siguientes y solo por mencionar algunos como: Screamadelica de Primal Scream, Ten de Peal Jam, Blue Lines de Massive Attack, Out Of Time de R.E.M., Badmotorfinger de Soundgarden, Achtung Baby! de U2, Metallica y su álbum homónimo (The Black Album), Loveless de My Bloody Valentine, el par de Use Your Illusion de Guns N’ Roses, entre otros muchos, tal vez, el más emblemático Nevermind de Nirvana, todos estos marcaron un antes y un después en la era moderna del rock, y Red Hot Chili Peppers no se quedó atrás con este fabuloso álbum.

Si bien, Red Hot, se formó en 1983, no recibían la atención masiva ni la crítica era tan buena con ellos, sin embargo, todo eso comenzó a cambiar gracias a su producción, Mother’s Milk (1989), producida por Michael Beinhorn (Korn, Hole, Soundgarden) y con temas como “Knock Me Down” o “Higher Ground”, cover de Stevie Wonder, tuvieron una mejor recepción y se gestaba el sonido Red Hot.

Con una alineación más sólida y después de varios cambios de integrantes, entre sus filas, pasaron el fallecido Hillel Slovak y Jack Irons (futuro baterista de Pearl Jam) y con el relativo éxito de Mother’s Milk, la banda buscó a Rubin y junto a Brendan O’Brien (Stone Temple Pilots, Pearl Jam, Rage Against The Machine) en la ingeniería y como músico invitado, ayudaron a crear su siguiente disco, en el cual, soltaron todas sus ideas y dieron rienda suelta a su creatividad.

El sonido manufacturado fue la mezcla de hard rock, funk, punk, pop, soul, rock, psicodelia, rap, aunado a letras explícitamente sexuales, con mucho humor, referencias a drogas y muerte, y a la lujuria, terminaron de formar su estilo y sellos característicos, el bajo brutal de Flea en cada una de las canciones con ese toque funk, los solos de John Frusciante, la batería incansable de Chad Smith, la energía y la voz en diferentes tonalidades de Anthony Kiedis, en conjuntos brindaron uno de los álbumes más emocionantes de la década.

Las influencias de la banda son innegables como el mencionado Stevie Wonder, pasando por James Brown, o Parliament/Funkadelic de George Clinton hasta Jimi Hendrix, todo esto, lo fusionaron y ayudaron en conjunto con agrupaciones como Faith No More o Rage Against The Machine, al auge de un sonido que se venía gestando a finales de los ochenta, el new metal, que fue sumamente popular al término de la década de los noventa y brindó popularidad a grupos como Korn, Limp Bizkit, entre otros muchos, hay que señalar que uno de los principales impulsores y visionarios de este género, fue Rick Rubin, ya que en el primer disco de Beastie Boys (Licensed To Ill), comienzan a asomarse esas fusiones, así como también fue el responsable de las consolas de la reversión de “Walk This Way” de Aerosmith con Run D.M.C., donde es notoria esa mezcla.

El álbum fue un éxito inmediato a tal grado que se lanzaron cinco singles para su promoción, varios de esos temas son clásicos de la banda, como “Give It Away”, la canción hasta ese entonces más conocida de la agrupación, y su multipremiado video en blanco y negro dirigido por Stéphane Sednaoui (Björk, The Smashing Pumpkins, Madonna, Massive Attack, U2), es un ícono de MTV, “Under The Bridge”, otro básico en su repertorio, basada en un poema escrito por Kiedis, mientras tuvo un momento bajo en su vida, en el cual narra la convivencia con drogadictos en Los Angeles, el video, otro clásico de los noventa, dirigido por el director independiente Gus Van Sant, autor de obras como Elephant, Drugstore Cowboy, My Own Private Idaho, quien por cierto, también fue fotógrafo y diseñador del booklet y arte del álbum, como tercer sencillo “Funky Monks”, que le da nombre al documental creado durante la grabación del álbum, y, cuyo video tuvo escenas del mismo, “Breaking The Girl”, una balada hermosa, en tono psicodélico y de las mejores composiciones de la agrupación, el video fue dirigido nuevamente por Stéphane Sednaoui, con un manejo de colores experimental y por último, se lanzó como último sencillo, “If You Have To Ask”.

El álbum contiene grandes momentos de la banda, que no fueron sencillos, pero que permanecen en el gusto de la audiencia, composiciones inmejorables como “I Could Have Lied”, compuesta por Kiedis, derivado del enamoramiento y relación fugaz con Sinead O’Connor, con un solo en guitarra acústica de Frusciante, considerado uno de sus mejores trabajos, “Blood Sugar Sex Magik”, es un alucinante, un hard rock fenomenal de la banda, en el cual, se puede ver el potencial de cada uno de sus integrantes, el viaje psicodélico sexual de “Sir Psycho Sexy”, canción hipnótica con base funky y la más larga del disco con 8:17 de duración, es una de las joyas ocultas de la producción, y que hoy en día siguen tocando en vivo, incluyen un tributo a Slovak con “My Lovely Man”, y para cerrar más de 70 minutos de locura y genialidad, realizan un cover de Robert Johnson con “They’re Red Hot”, una canción extraña, rara pero que encaja a la perfección con la idea de la producción.

Blood Sugar Sex Magik, es un punto de inflexión para la banda, a partir de aquí dejaron de ser teloneros y se convirtieron en una banda importante y emblemática de su generación, que con su disco Californication de 1999, terminaron por consolidar su carrera.

A más de 30 años de su lanzamiento, es una bocanada de aire fresco, adictivo desde su primera escucha, es uno de sus puntos más importantes y altos de la banda, un clásico de la década que ayudó a posicionar al rock alternativo, esta es su obra maestra, y que, para muchos, jamás lograrían alcanzar un punto tan alto en creatividad.

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